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¡ La mató !


¿Y si fuera que sí, que él la mató?

No es que ella se fue y él la siguió,

la mató sin que se fuera.

Le cortó las alas, su sensibilidad,

las decisiones que tomaba para su vida.

Y sí, ella se enamoró y él la mató

le robó los sueños, no la dejó vivir.

Tantos sueños tenía,

con todo lo que ella quería.

tanto futuro, tantas ilusiones,

proyectos diseñados para otras,

imágenes para construir desde el corazón.

Tantos caminos que le faltaban recorrer;

pero se enamoró, y él la mató.

No fue el amor hacia él que la mató

sino que él no pudo soportar

su libertad, su creatividad, 

su empeño en ser mujer libre de ataduras.

Sí, seguro que no lo soporto.

Entonces le fue quitando todo lo

que ella había construido para sí 

y para el mundo.

De repente no se sabe porque,

algo le resonó en su interior,

se levantó y sacó su cabeza de la pecera,

vio otro mundo,

un mundo que reconoció como propio

Allí estaban sus anhelos, sus proyectos, sus sueños.

Entonces se preguntó qué le pasó

A donde se había ido,

porque se alejó de todo lo que quería.

Tal vez la vida, quizás ensueños viejos,

o todo eso junto.

Se acordó de él, de todo lo que lo quería.

Lo llamó, le contó.

Discutieron, pelearon, se distanciaron.

Volvieron a discutir, se querían.

Ella le explicó, él a regañadientes algo quiso entender.

Así siguieron, discutiendo, peleando, entendiendo.

Se fueron caminando juntos, sin dejar de amarse y mirarse cuando no discutían.

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